Picnic
Compartir en Facebook
París, 15 de octubre de 2025. Querida Ofelia, Entre los muchos DVD de películas americanas de los años cincuenta que compré en la FNAC, está “Picnic”, la cual vi en aquel Cine Muñiz al que de niño entraba gratis y me sentaba en el palco del teniente, que era el tercero a la izquierda, después de pasar la elegante cortina roja que daba entrada a la sala. La década de los años cincuenta fue testigo de una gran transformación en el cine estadounidense, caracterizada por la exploración de nuevos temas sociales y la consolidación de actores y directores legendarios. Dentro de este panorama destaca “Picnic”, una película que se ha convertido en referencia obligada para los amantes del cine clásico. “Picnic” es un drama romántico dirigido por Joshua Logan, estrenado en 1955 y basado en la exitosa obra teatral homónima de William Inge. La historia gira en torno a Hal Carter (interpretado por William Holden), un bohemio carismático que llega a una pequeña ciudad de Kansas en busca de trabajo y termina revolucionando la vida de sus habitantes. Su presencia en el tradicional picnic del Día del Trabajo desencadena una serie de emociones y conflictos, especialmente en Madge Owens (Kim Novak), una joven atrapada entre el deber y el deseo. La película explora cómo los personajes luchan contra sus impulsos y las expectativas sociales, especialmente en el caso de Madge, que debe elegir entre la seguridad y la pasión. Se muestra tanto el encanto como las limitaciones de la vida en una pequeña ciudad estadounidense, donde las apariencias y el qué dirán pesan sobre las decisiones personales. Hal Carter representa el arquetipo del outsider que busca un lugar en el mundo, enfrentándose a sus propios miedos y fracasos. El reparto de “Picnic” es uno de sus grandes atractivos. William Holden y Kim Novak ofrecen interpretaciones memorables, acompañados por actores de la talla de Rosalind Russell y Susan Strasberg. La dirección de Joshua Logan logra mantener la intensidad emocional de la obra original y la traslada con gran sensibilidad al lenguaje cinematográfico. “Picnic” fue un éxito en su momento, recibiendo varios premios y nominaciones, incluyendo el Oscar a la Mejor Dirección Artística y Mejor Montaje. Más allá de los galardones, la película ha perdurado como símbolo de una época en la que el cine estadounidense se atrevía a explorar la complejidad de las relaciones humanas y las tensiones entre deseo y deber. Hoy en día, “Picnic” sigue siendo un referente para quienes buscan entender el espíritu de los años cincuenta, tanto en su estética como en sus dilemas existenciales. “Picnic” es mucho más que una historia de amor: es un retrato sensible de una sociedad en transición, donde el anhelo de libertad se enfrenta a las rígidas estructuras sociales. Un filme que, casi setenta años después, sigue emocionando y cuestionando al espectador. La nostalgia me ha llevado a volver a leer los libros y a ver las películas que me traen bellos recuerdos de mi infancia en Camajuaní y adolescencia y juventud en La Habana. Te envío un gran abrazo desde esta bella ciudad cuyos numerosos árboles ya tienen los colores que recuerdan las paletas de grandes pintores. Félix José Hernández.
Compartir en Facebook