Crónica de Cartas a Ofelia

La saga americana de la familia francesa Du Pont de Nemours
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	Pierre Samuel Du Pont de Nemours
París, 22 de agosto de 2025. Querida Ofelia, La historia de la familia Du Pont de Nemours es una travesía que enlaza dos continentes y dos siglos, entrelazando las grandes corrientes de la historia europea y americana. Esta familia, de origen francés, dejó una huella profunda en el desarrollo industrial y económico de Estados Unidos, y a lo largo de generaciones, convirtió su apellido en sinónimo de innovación, industria y filantropía. Pierre Samuel Du Pont de Nemours nació en París en 1739 y rápidamente se distinguió en círculos intelectuales y políticos, convirtiéndose en un economista influyente durante el reinado de Luis XVI. Formó parte del movimiento fisiocrático, que defendía la preeminencia de la agricultura en la economía y promovía ideas de libertad comercial y simplificación fiscal. Durante la Revolución Francesa, con el surgimiento del régimen del Terror, la vida de Pierre Samuel se vio amenazada. Sus ideas reformistas, su relación con la corte y su posición social lo pusieron en el punto de mira. Tras años de incertidumbre y persecución, en el año 1800, Pierre Samuel decidió abandonar Francia y buscar refugio en Estados Unidos. Con él viajaron sus hijos y algunos familiares, llevando consigo no solo sus pertenencias, sino también un legado intelectual y una visión de futuro. La familia Du Pont desembarcó en suelo estadounidense en medio de un país joven y en plena expansión. Pierre Samuel se instaló en Delaware, un estado pequeño pero estratégico, y desde allí empezó a explorar oportunidades para establecerse y contribuir a la sociedad americana. Aunque Pierre Samuel continuó profundizando en temas de economía y filosofía, fue su hijo mayor, Éleuthère Irénée du Pont, quien tomó la iniciativa de fundar una empresa manufacturera que cambiaría el curso de la familia. Inspirado por los conocimientos adquiridos en Francia, especialmente en la fabricación de pólvora y explosivos, Éleuthère Irénée decidió aprovechar la demanda estadounidense de materiales explosivos, en pleno auge de la expansión territorial y la construcción de infraestructuras. En 1802, apenas dos años después de llegar a América, fundó la empresa E. I. du Pont de Nemours and Company a orillas del río Brandywine, cerca de Wilmington. Esta fábrica de pólvora se convirtió rápidamente en una de las más importantes del país y sentó las bases del futuro imperio DuPont. Durante el siglo XIX, la compañía DuPont se consolidó como líder en la producción de pólvora y explosivos, suministrando material para la construcción de caminos, canales, ferrocarriles y, posteriormente, para el ejército estadounidense en diversos conflictos, incluyendo la Guerra Civil. El éxito empresarial permitió a la familia expandirse, fundar nuevas fábricas y diversificarse en otros sectores industriales. Los Du Pont mantuvieron una presencia activa en la vida social y política estadounidense, participando en proyectos filantrópicos y educativos en Delaware y otros estados. A principios del siglo XX, la empresa enfrentó el reto de la diversificación. La familia apostó por la investigación y el desarrollo de nuevos materiales químicos, lo que llevó al nacimiento de productos revolucionarios como el nylon, el neopreno y la celofán. DuPont se convirtió en un gigante de la industria química, protagonizando avances que marcaron la vida cotidiana de millones de personas. Este espíritu de innovación se mantuvo a lo largo de las generaciones, posicionando a la compañía como referente mundial en el sector. La saga Du Pont no solo se caracteriza por su éxito empresarial, sino también por su influencia en la política, la filantropía y la cultura de Estados Unidos. Miembros de la familia participaron en la administración pública, impulsaron el desarrollo de instituciones educativas, museos y jardines botánicos, y contribuyeron generosamente a causas sociales y científicas. El legado de Pierre Samuel, marcado por la búsqueda de libertad y prosperidad, se expandió a través de generaciones, consolidando la reputación de los Du Pont como una familia que supo transformar la adversidad en oportunidad. A lo largo del tiempo, los Du Pont han estado involucrados en acciones filantrópicas de gran envergadura. Apoyaron la creación de universidades, hospitales, parques y centros de investigación. El jardín botánico Longwood Gardens, fundado por Pierre S. du Pont, es hoy uno de los más reconocidos de Estados Unidos y refleja el interés de la familia por el medio ambiente y la educación. Además, la familia ha sido clave en la preservación de monumentos históricos y en el impulso de programas de becas y apoyo a la ciencia. Aunque la estructura de la empresa DuPont ha cambiado con el tiempo y la familia ya no controla la totalidad del conglomerado, el apellido Du Pont sigue estando asociado con la vanguardia tecnológica y la responsabilidad social. Muchas ramas familiares continúan participando en actividades científicas, empresariales y sociales, manteniendo vivo el legado iniciado por Pierre Samuel hace más de dos siglos. La saga americana de la familia Du Pont de Nemours es un testimonio de resiliencia, visión y capacidad de adaptación. De refugiados en tiempos turbulentos en Europa, se transformaron en arquitectos de la modernidad estadounidense, contribuyendo al progreso industrial, científico y cultural del país. El viaje de Pierre Samuel y sus descendientes sigue inspirando a generaciones de personas que, en busca de libertad y oportunidad, encuentran en la historia de los Du Pont una lección de coraje y creatividad. Recuerdo haber visitado la grandiosa casa de Du Pont en la playa cubana de Varadero. Muy cerca está la laguna, el campo de golf y las numerosas casas construidas para los empleados. Todo fue expoliado por el gobierno revolucionario y la mansión convertida en restaurante. Un gran abrazo desde La Ciudad Luz, Félix José Hernández.
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