El Hermione, El Barco de la Libertad y su vínculo con La Fayette
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París, 22 de agosto de 2025. Querida Ofelia, La fragata Hermione, conocida como “El Barco de la Libertad”, es mucho más que una simple nave de guerra. Su historia está profundamente entrelazada con la leyenda de Gilbert du Motier, marqués de La Fayette, y con el espíritu revolucionario que definiría el siglo XVIII en ambos lados del Atlántico. Para comprender por qué el Hermione ostenta ese título, es necesario adentrarse en las aguas de la historia naval, las luchas por la independencia y la amistad entre Francia y Estados Unidos. El Hermione fue una fragata ligera de la Marina Real Francesa, botada en el astillero de Rochefort en 1779. Pertenecía a la clase Concorde, diseñada para velocidad, maniobrabilidad y eficacia en combate. Con una eslora de poco más de 44 metros y armada con treinta y dos cañones, el Hermione era capaz de cruzar el Atlántico y cumplir misiones tanto de combate como de transporte de personalidades importantes. Esta fragata nació en un contexto de fuerte rivalidad entre las potencias europeas, principalmente Francia y Gran Bretaña, que se disputaban el control de territorios y rutas comerciales en el Caribe y América del Norte. La construcción de fragatas como el Hermione respondía a la necesidad de reforzar la presencia francesa en ultramar y apoyar a los movimientos independentistas que se gestaban en las colonias británicas. Marie-Joseph Paul Yves Roch Gilbert du Motier, conocido como marqués de La Fayette, es una de las figuras más emblemáticas de la Revolución Estadounidense. Nacido en 1757 en la nobleza francesa, La Fayette se sintió atraído desde joven por las ideas de libertad, igualdad y autodeterminación. Inspirado por las noticias que llegaban de América, decidió ofrecerse como voluntario para luchar junto a las colonias rebeldes contra el dominio británico. En 1777, desafiando la oposición de su familia y del gobierno francés, La Fayette viajó a América a bordo de la nave La Victoire, costeando de su propio bolsillo la expedición. Pronto se ganó la confianza de George Washington y fue nombrado general en el Ejército Continental. Su valentía y carisma lo convirtieron en un símbolo del apoyo francés a la causa americana. La historia de El Hermione como “El Barco de la Libertad” está marcada por uno de los episodios más trascendentes de la Guerra de Independencia de Estados Unidos: el segundo viaje de La Fayette a América. En marzo de 1780, La Fayette embarcó en el Hermione desde el puerto de Rochefort rumbo a Boston. Su misión era crucial: llevar noticias, apoyo militar, armas y recursos económicos de parte del rey Luis XVI y del pueblo francés a los insurgentes estadounidenses. El viaje no estuvo exento de peligros; la fragata tuvo que eludir barcos enemigos y enfrentarse a condiciones adversas en alta mar. El arribo de El Hermione a Boston el 28 de abril de 1780 fue recibido con entusiasmo y esperanza. La Fayette traía la confirmación de que Francia enviaría una flota y un ejército bajo el mando de Rochambeau para apoyar la lucha. A partir de ese momento, la ayuda francesa se intensificó y se consolidó la alianza que sería determinante para el desenlace de la guerra. Gracias a la intervención de Francia y al coraje de La Fayette, los rebeldes estadounidenses ganaron ímpetu. El Hermione participó en diversas operaciones navales, incluyendo el bloqueo de puertos británicos y el transporte de tropas y suministros. La fragata acompañó a La Fayette en varias misiones a lo largo de la costa este, siendo testigo de momentos decisivos como la victoria en la batalla de Yorktown en 1781, que marcó el fin de la guerra. El Hermione simbolizó el compromiso francés con la causa de la libertad. Su travesía no solo transportó municiones y soldados, sino también un mensaje de esperanza y solidaridad a un pueblo en lucha. Tras el final de la guerra, el Hermione continuó sirviendo en la Marina Real Francesa hasta que naufragó en 1793 frente a la costa de Croisic, bretaña, víctima de un banco de arena. Sin embargo, la fragata sobrevivió en el imaginario colectivo como un emblema de cooperación y lucha por la justicia. En el siglo XXI, el espíritu de El Hermione renació gracias a la construcción de una réplica exacta, impulsada por la asociación Hermione-La Fayette en Rochefort. Este ambicioso proyecto, que tomó más de quince años, culminó con la botadura de la nueva Hermione en 2012 y su viaje conmemorativo a los Estados Unidos en 2015, replicando la ruta original y reafirmando los lazos de amistad entre Francia y América. La figura de La Fayette y la fragata Hermione trascienden su tiempo. Ambos representan el valor de quienes luchan por ideales, el poder de la solidaridad internacional y la importancia de los lazos entre pueblos en busca de libertad. La Fayette, apodado “el héroe de dos mundos”, no solo participó activamente en la independencia de Estados Unidos, sino que también jugó un papel clave en los primeros años de la Revolución Francesa. Su vida encarna la conexión entre las dos grandes revoluciones del siglo XVIII y el intercambio de ideas que forjó el mundo moderno. El Hermione, por su parte, sigue navegando en la memoria como El Barco de la Libertad, testimonio flotante del encuentro entre culturas y del coraje necesario para transformar la historia. La historia de El Hermione y su relación con La Fayette es una travesía de valentía, compromiso y fraternidad. De Rochefort a Boston, del Atlántico a las páginas de la historia universal, el Hermione sigue siendo un recordatorio de que la libertad nunca es obra de una sola persona o nación, sino resultado de la voluntad compartida de muchas personas. Así, El Hermione, El Barco de la Libertad, sigue navegando en el imaginario como un símbolo de esperanza, unión y la eterna búsqueda de justicia. Un gran abrazo desde la hermosa Francia, Félix José Hernández.
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