Las señoritas de Rochefort, un clásico del cine musical francés
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París, 30 de junio de 2025. Querida Ofelia, Ayer vi de nuevo este bello filme después de tantos años, me acordé tanto del Cine Astral de Infanta y San José, en La Habana. Recuerdo que fui a verlo con mi querida amiga Carmita. En aquel hoy lejanísimo 1969, nunca hubiera podido pensar que algún día viviría en Francia. En el universo colorido y musical de Jacques Demy, pocas películas destacan tanto como “Les Demoiselles de Rochefort” (Las señoritas de Rochefort), estrenada en 1967. Esta obra maestra del cine musical francés es una celebración vibrante de la juventud, el amor, el deseo y la casualidad, narrada y coreografiada como una fantasía luminosa que rinde homenaje al Hollywood dorado pero con un espíritu enteramente europeo. La trama gira en torno a dos hermanas gemelas, Delphine y Solange Garnier, quienes anhelan escapar de la pequeña ciudad de Rochefort para perseguir sus sueños artísticos en París. Delphine, interpretada por Catherine Deneuve, es bailarina y sueña con encontrar el amor verdadero, mientras que Solange, encarnada por Françoise Dorléac, es compositora y pianista en busca de oportunidades musicales. Sus vidas se cruzan con una serie de personajes pintorescos durante una feria que transforma la ciudad: desde marineros y artistas ambulantes hasta un romántico comerciante de pianos y un misterioso amor perdido. La historia está impregnada de encuentros y desencuentros, casualidades y deseos ocultos, todo envuelto en un ambiente de fantasía urbana y musical. Una de las grandes virtudes del filme es su reparto internacional, compuesto por figuras legendarias del cine y el musical: • Catherine Deneuve como Delphine Garnier: la icónica actriz francesa encarna a la delicada y soñadora bailarina, una de las figuras más recordadas de la filmografía de Deneuve. • Françoise Dorléac como Solange Garnier: hermana mayor de Deneuve en la vida real, Dorléac llena la pantalla con su talento y carisma, aportando una química única a la dupla protagonista. • Jacques Perrin como Maxence: pintor y marinero, su búsqueda del amor ideal se convierte en el eje romántico de la película. • Michel Piccoli como Simon Dame: dueño de una tienda de música, personaje entrañable que guarda la esperanza de reencontrar a su amor de juventud. • Danielle Darrieux como Yvonne Garnier: madre de las protagonistas, regenta una cafetería y lleva consigo un pasado sentimental entrelazado con Simon Dame. • George Chakiris como Étienne: uno de los artistas ambulantes estadounidenses que llegan a Rochefort, famoso por su papel en West Side Story. • Grover Dale como Bill: compañero de Chakiris, ambos aportan energía y dinamismo a la trama y los números musicales. • Gene Kelly como Andy Miller: el legendario bailarín y actor estadounidense brilla aquí como un pianista de paso, capaz de conquistar corazones con sólo una sonrisa y un paso de baile. Las señoritas de Rochefort es célebre por su deslumbrante paleta de colores pasteles, escenografías de ensueño y vestuarios que parecen salidos de una caja de caramelos. Demy, junto a la diseñadora de producción Bernard Evein, convierte la ciudad real de Rochefort en un escenario mágico donde todo es posible. Esta estética visual refuerza el tono ligero y optimista de la película, invitando a la audiencia a dejarse llevar por la fantasía y la emoción. La música, compuesta por Michel Legrand, es fundamental en el desarrollo del filme. Legrand crea canciones memorables y coreografías que fusionan el jazz francés con el musical estadounidense, logrando una atmósfera única. Temas como "Nous voyageons de ville en ville", "Chanson des jumelles" y "La femme coupée en morceaux" permanecen vigentes en la memoria colectiva y son parte esencial del legado musical de la película. Demy, gran admirador de los clásicos de Hollywood, rinde tributo al trabajo de directores como Vincente Minnelli y Stanley Donen, así como a los grandes musicales de la MGM, pero lo hace desde una sensibilidad profundamente francesa. El baile y la canción fluyen con naturalidad en la cotidianidad de Rochefort, transformando lo ordinario en extraordinario. La presencia de Gene Kelly, estrella absoluta de “Cantando bajo la lluvia”, es un guiño directo a la era dorada del musical estadounidense, mientras que la colaboración con Danielle Darrieux y Michel Piccoli ancla la película en la tradición del cine francés. La coreografía, a cargo de Norman Maen y Gene Kelly, combina sofisticación y espontaneidad, acercando la fantasía a la vida diaria. El filme fue rodado en la ciudad real de Rochefort, cuyas calles y plazas fueron pintadas y decoradas especialmente para el rodaje. El resultado es una ciudad vibrante y utópica, impregnada por la música y el color. El rodaje fue particularmente especial por la participación de las hermanas Deneuve y Dorléac, cuya química y talento fueron esenciales para el éxito del filme. Trágicamente, poco después del estreno, Françoise Dorléac falleció en un accidente automovilístico, lo que añadió un halo de nostalgia a la obra. A pesar de una recepción inicial algo tibia fuera de Francia, Las señoritas de Rochefort se ha consolidado como un clásico indiscutible del cine musical, influyendo en directores contemporáneos y enamorando a generaciones de espectadores y espectadoras. La película explora la idea del destino, el azar y la búsqueda de la felicidad, a través de personajes que cruzan sus caminos sin saberlo, enredados en malentendidos y coincidencias. El relato celebra la juventud, el amor romántico y la esperanza de que, en cualquier esquina, puede aguardarnos la oportunidad de cambiar nuestras vidas. El uso de gemelas idénticas pero con aspiraciones independientes subraya los contrastes entre los sueños y las realidades de cada quién. Las señoritas de Rochefort ha sido reconocida como una de las grandes películas del cine francés, nominada al Oscar a mejor banda sonora original y seleccionada para el Festival de Cannes. Su influencia se percibe hoy en la estética de directores como Damien Chazelle (“La La Land”) y en la reivindicación del musical como un género capaz de hablar de la vida cotidiana con sensibilidad y alegría. Además, su música y sus coreografías han sido reinterpretadas en escenarios de todo el mundo. Las señoritas de Rochefort es mucho más que una comedia musical; es una carta de amor a la juventud, al deseo y a la magia del cine, un espectáculo visual y sonoro que invita a volver a creer en la fuerza de los sueños. Jacques Demy y Michel Legrand, junto a un elenco irrepetible, crearon una fantasía atemporal donde todo parece posible, al menos por una canción más. Un gran abrazo desde La Ciudad Luz, hoy bajo un calor tropical de +36°c. Félix José Hernández
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