El barroco americano suena en el Museo del Prado
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Madrid, 25 de junio de 2025. Querida Ofelia, Una selección inédita y cuidadosamente documentada de piezas compuestas en los siglos XVII y XVIII en torno a las dos Guadalupes de México y Bolivia. Villancicos, arias y motetes del barroco americano de compositores como Araujo, Sumaya y Jerusalem. A cargo de la formación The Rare Fruits Council, una rara avis en la escena barroca europea. El viernes 13 de junio, a las 19:00, el Museo del Prado vuelve a sonar, en esta ocasión, con “Dos Guadalupes y una sola devoción. Música barroca de América colonial”. Un nuevo concierto del ciclo que el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) y el Prado llevan construyendo desde 2018 y que se inscribe en el marco de la exposición “Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España”, una muestra que recuerda cómo una aparición mariana se convirtió en símbolo de identidad para millones de personas. El programa ha sido diseñado por el musicólogo y compositor Bernardo Illari, especialista en música latinoamericana y profesor en la Universidad de North Texas. Pero este concierto no es solo una recreación. Como subraya Illari, “se trata de una ‘investigación hecha concierto’, un trabajo de gran rigurosidad de fuentes, prácticas y contextos utilizado como base para imaginar la mejor música posible”. La interpretación correrá a cargo de The Rare Fruits Council, uno de los ensembles más valorados del panorama barroco europeo, descrito por la crítica como “luminoso, brillante, apasionado”. La Virgen viajera que cantaban dos mundos La historia es sencilla, pero fascinante. A un lado del mundo, la Virgen de Guadalupe de México, que se aparece a un indígena en 1531 y termina siendo emblema del alma de un continente. Al otro, una Guadalupe pintada por el fraile Diego de Ocaña, enviada a Bolivia para recaudar limosnas, y que acabó generando un fervor local que aún hoy llena calles y catedrales con procesiones danzadas y coplas populares. La devoción fue doble, pero la emoción, compartida. Y la música, ese lenguaje común que lo explica todo sin decir casi nada, no podía faltar. En México y en Chuquisaca (actual Sucre), las grandes celebraciones marianas se tejieron con un repertorio que combinaba la solemnidad litúrgica con la vitalidad del villancico barroco. Un lenguaje festivo y teatral. Ecos sonoros del Barroco criollo El concierto ofrece una selección inédita y cuidadosamente documentada de piezas compuestas en los siglos XVII y XVIII en torno a las dos Guadalupes. Por un lado, la tradición chuquisaqueña, liderada por el maestro peninsular Juan de Araujo y sus sucesores criollos Roque Jacinto de Chavarría, Blas Tardío de Guzmán y Manuel Mesa, que desarrollaron un estilo local de gran riqueza expresiva. Por otro, el repertorio mexicano con obras de Antonio de Salazar, Manuel de Sumaya e Ignacio Jerusalem, cuyas composiciones traen ecos del barroco europeo, pero con acento propio. En ambos casos, la música sirvió para explicar lo sagrado desde lo cotidiano: arias que acarician, motetes que conmueven y villancicos que hacen sonreír. A través de ellos, se revela cómo el amor por Guadalupe fue también una forma de hacer música, de crear identidad y de cantar el mundo con acento propio. The Rare Fruits Council: barroco con alma La interpretación correrá a cargo de The Rare Fruits Council, uno de los emsembles más valorados del panorama barroco europeo. Su forma de hacer música es todo menos neutra. Intensos, precisos y apasionados, han sido descritos por la crítica como “luminosos”, “desmesurados” o “transportados por un frenesí virtuoso”. Formado por músicos que colaboran habitualmente con grupos como Musica Antiqua Köln, Les Arts Florissants, Concerto Köln o Jordi Savall, el grupo combina rigor histórico con una expresividad escénica que trasciende lo académico. Una serie que une música e imagen “Dos Guadalupes y una sola devoción” forma parte de una serie de conciertos diseñados exprofeso para cada exposición temporal del Museo del Prado, gracias a la alianza establecida con el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU). Una propuesta que no solo pone en valor repertorios poco transitados, sino que también explora el vínculo entre lo visual y lo sonoro como experiencia estética integral. Estos conciertos cuentan con el apoyo del proyecto de investigación MadMusic. Espacios, géneros y públicos de la música en Madrid, liderado por el ICCMU y financiado por la Comunidad de Madrid, cuyo objetivo es recuperar y compartir los sonidos de nuestra historia musical desde nuevas perspectivas. Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España, Félix José Hernández.
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