La Batalla de Little Bighorn, leyenda y realidad
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París, 19 de junio de 2025. Querida Ofelia, Recuerdo cuando de niño jugaba en la calle Fomento de Camajuaní, a los indios y vaqueros. El cine de Hollywood que podíamos ver en el Cine Muñiz, nos presentaba siempre a los indios como los malos que asaltaban y mataban a los buenos blancos que invadían sus tierras cuando iban hacia el oeste. Yo les disparaba con mis pistolas de plástico a aquellos imaginarios indios que se escondían detrás de los postes del alumbrado público de mi cuadra. La Batalla de Little Bighorn, también conocida como "La última batalla de Custer", es uno de los eventos más emblemáticos en la historia de Estados Unidos. Sucedió el 25 y 26 de junio de 1876, y enfrentó al 7.º Regimiento de Caballería del Ejército de los Estados Unidos, liderado por el General George Armstrong Custer, contra una coalición de nativos americanos liderada por líderes como Caballo Loco y Toro Sentado. Este episodio ha sido envuelto en mitos y leyendas, alimentados por la literatura, el cine y figuras como Buffalo Bill. La batalla tuvo lugar en el territorio de Montana, cerca del río Little Bighorn, en medio de tensiones entre los colonos estadounidenses y las naciones indígenas. El gobierno de los Estados Unidos había comenzado a presionar a los pueblos nativos para que se trasladaran a reservas, lo que generó resistencia. Toro Sentado y Caballo Loco lideraron una alianza de tribus como los lakota, cheyenne del norte y arapaho en defensa de sus tierras y forma de vida. El General Custer fue enviado con su regimiento para localizar y neutralizar las fuerzas indígenas. Sin embargo, la decisión de atacar sin esperar refuerzos resultó en una derrota abrumadora para las tropas estadounidenses. Se estima que entre 2,000 y 3,000 guerreros nativos combatieron contra unos 600 soldados, dejando a Custer y todos los hombres bajo su mando muertos. George Armstrong Custer, un oficial ambicioso y carismático, se convirtió en una figura polarizadora. Para algunos, era un héroe militar audaz; para otros, un líder imprudente cuyos errores llevaron a la masacre de sus hombres. Custer subestimó enormemente la fuerza y la organización de los guerreros nativos, y su decisión de dividir su regimiento en tres unidades independientes contribuyó al desenlace fatal. Caballo Loco y Toro Sentado emergieron como figuras clave, no solo por liderar la batalla, sino por simbolizar la resistencia de los pueblos indígenas frente a la invasión de sus tierras. Toro Sentado, un líder espiritual y político, había tenido visiones de una gran victoria antes de la batalla. Caballo Loco, por su parte, lideró a los guerreros con valentía y estrategia, asegurando el triunfo indígena. Buffalo Bill, cuyo nombre real era William Frederick Cody, fue una figura que ayudó a construir el mito de la Batalla de Little Bighorn y del propio Custer. Aunque no estuvo presente en la batalla, convirtió este evento en uno de los pilares de su famoso espectáculo itinerante, el "Buffalo Bill’s Wild West Show". Presentaba la batalla como un enfrentamiento épico entre el valiente ejército estadounidense y los "salvajes" nativos americanos, alimentando una narrativa que glorificaba la expansión hacia el oeste. A través de los espectáculos de Buffalo Bill y las representaciones populares, Custer fue transformado en un mártir heroico, mientras los nativos eran frecuentemente deshumanizados y reducidos a estereotipos. Esta narrativa simplificada contribuyó a perpetuar una imagen distorsionada de la batalla y de los protagonistas indígenas. La Batalla de Little Bighorn representa un caso paradigmático donde la realidad histórica y la leyenda se entrelazan. Mientras que los registros históricos destacan la falta de preparación de Custer y la valentía estratégica de los líderes indígenas, la cultura popular ha moldeado esta batalla como un símbolo de heroísmo y tragedia en los Estados Unidos. La figura de Buffalo Bill desempeñó un papel crucial en esta transformación, utilizando la batalla para entretener y educar (aunque de manera sesgada), a las audiencias de su tiempo. Las diferencias entre la realidad y la leyenda subrayan la importancia de analizar críticamente los eventos históricos y las narrativas que los rodean. La Batalla de Little Bighorn no solo fue un enfrentamiento militar, sino un evento cargado de significado cultural que aún resuena en la memoria colectiva de Estados Unidos. La realidad histórica, marcada por el liderazgo indígena y los errores tácticos de Custer, contrasta con las representaciones legendarias promovidas por figuras como Buffalo Bill. Este evento nos recuerda la importancia de abordar la historia con una perspectiva crítica y respetuosa hacia todas las partes involucradas. Un gran abrazo desde estas lejanas tierras allende los mares, Félix José Hernández.
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