La bella cartuja francesa de Sainte-Croix-en-Jarez
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París, 16 de junio de 2025. Querida Ofelia, Acabamos de regresar a casa, después de varios días paseando por Auvernia, con nuestros grandes amigos italianos Nello, Daniela y su hija Lavinia, también se nos unieron mi hijo Giancarlo, su esposa Anne-Laure y nuestra nieta Victoria. Desde Lyon fuimos a esta espléndida cartuja. La cartuja de Sainte-Croix-en-Jarez es un lugar mágico lleno de historia, situado en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, en Francia. Este encantador enclave, que originalmente fue un monasterio cartujo, destaca por su arquitectura medieval perfectamente conservada y su entorno natural. Convertida en un pueblo tras la Revolución Francesa, hoy en día es uno de los "Pueblos más Bonitos de Francia", atrayendo a visitantes de todas partes del mundo. La cartuja fue fundada en el siglo XIII, en 1280, gracias a un legado de Beatrix de la Tour-du-Pin, esposa de un noble influyente de la época. Este monasterio cartujo fue diseñado para albergar a monjes que vivían en estricto retiro y oración, siguiendo la regla de San Bruno. Su arquitectura refleja el carácter austero y espiritual de la orden, con celdas individuales, una iglesia y varias dependencias comunes. Los monjes cartujos vivían en completa dedicación a la contemplación y el silencio. El diseño del monasterio estaba orientado a garantizar este estilo de vida, con celdas separadas donde los monjes pasaban la mayor parte del tiempo orando y trabajando. Solo se reunían para ciertos momentos de oración comunitaria y para las comidas en días especiales. Con la Revolución Francesa en 1789, la cartuja fue secularizada y los monjes fueron expulsados. Las tierras y los edificios fueron subdivididos y vendidos. Poco a poco, lo que fue un recinto monástico se transformó en viviendas y espacios de uso cotidiano, convirtiéndose en el pueblo de Sainte-Croix-en-Jarez. Aunque perdió su función religiosa, el lugar conservó su fascinante arquitectura medieval. Hoy en día, Sainte-Croix-en-Jarez es un destino turístico destacado. Pasear por sus calles estrechas es como viajar en el tiempo, rodeado de muros de piedra y edificios históricos. Además, el pueblo ofrece visitas guiadas que permiten conocer en profundidad la historia de la cartuja y su transformación. Gracias a esfuerzos locales y nacionales, el patrimonio arquitectónico y cultural de Sainte-Croix-en-Jarez se ha mantenido casi intacto. La iglesia, junto con varias partes del monasterio original, sigue siendo un testimonio vivo de su pasado monástico. Este cuidado ha permitido que el pueblo se integre oficialmente en la lista de los "Pueblos más Bonitos de Francia". Ya sea para amantes de la historia, apasionados de la arquitectura o quienes busquen un lugar tranquilo para desconectar, Sainte-Croix-en-Jarez es un destino ideal. Su entorno natural, ubicado en el Parque Natural Regional del Pilat, ofrece también opciones de senderismo y actividades al aire libre para toda la familia. La cartuja de Sainte-Croix-en-Jarez es mucho más que una reliquia histórica; es un lugar donde el pasado sigue siendo palpable en cada rincón. Un pueblo que, aunque transformado, mantiene vivo el espíritu de su origen monástico. Sin duda, una joya escondida en el corazón de Francia que merece ser descubierta. Un gran abrazo desde este bello país de Libertad, Igualdad y Fraternidad, Félix José Hernández.
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