“El portero de noche”, una película que desafía los límites
Compartir en Facebook
París, 31 de mayo de 2025. Querida Ofelia, Anoche vi de nuevo después de tantos años, este excelente filme que explora las profundidades de la mente humana y la memoria histórica. Las interpretaciones de Dirk Bogarde y de Charlotte Rampling son magistrales. Me impresionó mucho en número de cabaret en el que Charlotte Rampling, en el campo de concentración canta imitando a Marlène Dietrich. “El portero de noche” (título original: Il portiere di notte) es una película dirigida por Liliana Cavani en 1974 que ha suscitado controversias, debates profundos y análisis críticos desde su estreno. Este filme italiano se adentra en temas tan delicados como el trauma, la obsesión, la sexualidad y el poder, en el contexto de los recuerdos del Holocausto. La historia se centra en la relación entre Max, un exoficial de las SS que ahora trabaja como portero de un hotel en Viena, y Lucia, una sobreviviente del Holocausto. Cuando Lucia llega al hotel donde Max trabaja, ambos se ven atrapados en una dinámica intensa que revive los recuerdos de su relación previa durante la guerra: una relación marcada por el poder, la manipulación y el abuso, pero también por una conexión emocional y física profundamente perturbadora. A medida que la trama avanza, ambos personajes se sumergen en una espiral destructiva que cuestiona los límites de la moralidad y la humanidad. La película explora la dinámica del poder en sus formas más extremas y enfermizas. Max y Lucia se encuentran en una relación que desafía las nociones tradicionales del bien y el mal. La narrativa destaca cómo las heridas psicológicas y los traumas pueden perpetuar vínculos tóxicos y dependencias emocionales. “El portero de noche” también aborda el tema de la memoria histórica, especialmente en el contexto del Holocausto. La película no busca justificar los actos de sus personajes, sino exponer la complejidad y las cicatrices que dejaron los eventos de la Segunda Guerra Mundial en quienes los vivieron. El tratamiento de la sexualidad en la película ha sido objeto de numerosos debates. Cavani retrata cómo el deseo puede surgir en los contextos más oscuros, y cómo los seres humanos navegan por emociones contradictorias que desafían las normativas sociales y morales. Desde su estreno, “El portero de noche” ha dividido a la crítica y al público. Por un lado, algunos la consideran una obra maestra que expone los rincones más oscuros del alma humana. Por otro lado, ha sido acusada de explotar temas sensibles de manera gratuita y provocadora. La película sigue siendo objeto de análisis en círculos académicos y cinéfilos debido a la audacia con que aborda sus temas. El filme no solo dejó una marca en la cinematografía de los años setenta, sino que también influyó en obras posteriores que exploraron temas similares. Además, contribuyó al debate sobre cómo retratar eventos históricos traumáticos en el arte sin caer en la banalización o el morbo. “El portero de noche” es, sin duda, un filme que desafía y desconcierta. Liliana Cavani logra crear una obra que, más allá de su controversia, invita a reflexionar sobre los traumas humanos, las relaciones de poder y los límites de la representación artística. Aunque no es una película fácil de ver ni simple de interpretar, su legado persiste como un testimonio de la capacidad del cine para enfrentar preguntas difíciles y provocar discusiones significativas. Un gran abrazo con cariño y simpatía, Félix José Hernández.
Compartir en Facebook